Cuentan los que lo vieron, que en los Alpes se tenia la tradición de que los enamorados dieran a su amada una flor de EDELWEISS, o ´´blanca pureza´´ para pedir su mano. Por esta razón, fue considerada la flor romántica en toda la región de Baviera, al sur de Alemania, donde durante el invierno, los fríos vientos golpeaban los arboles, e irrumpían en las casas, y eran calmados al calor de la chimenea.

Desde lo profundo de las montañas, con la inspiración de cazadores y leñadores, se formo la tradición y personalidad de este lugar, como punto de encuentro, donde, después de un largo día de trabajo compartían relatos fantásticos sobre sus labores diarias, tanto con familiares como allegados y contertulios.
Cada sexto y séptimo día de la semana, se reunían en este lugar para cantar, bailar y comer los platos preparados por el cocinero del lugar, y beber la cerveza de la casa al compás de la música interpretada por el grupo que desde la tarima, tocaba y cantaba. con esta jornada comenzaba la fiesta brindando todos a una sola voz la frase ´´ ein,zweis,gsuffa´´.